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Hugo Chávez, recuerdos de su infancia EN FOTOS

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No tuvo una, sino tres madres. De niño quiso ser pintor y luego pelotero. Le debe al beisbol haber encontrado su verdadera vocación, la que hoy llega a su fin.

 

Durante sus entrevistas dejaba claro que jamás perdería sus raíces. Nació en el pueblo de Sabaneta, el 28 de julio de 1954, hijo de Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías.

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Hugo Chávez con su mamá, Elena Frías, y su papá, Hugo de los Reyes Chávez, cuando se graduó de teniente en la Academia Militar de Caracas el 5 de julio de 1975.

 

Chávez guardaba hermosos recuerdos de su infancia, como la manera en que su padre paseaba en bicicleta y el orgullo que sentía por ascendencia negra africana. Su madre en cambio era rubia de nacimiento y provenía de buena cuna.

 

Las muchas madres de Chávez

Pero Chávez tuvo tres madres: Elena, la mujer rubia que lo trajo al mundo; Rosa, su abuela, y Sara Moreno, una figura inolvidable de su niñez. Ella vivía en la misma calle; un buen día llegó al hogar de los Chávez, ni el propio Hugo sabía cómo, pero la recordaba con cariño, así como recordaba la inmensa taza de avena que diariamente le preparaba en el desayuno. Hugo confesó que fue su primer amor platónico, tanto que la celaba hasta de su propio marido.

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Hugo de niño con su hermano Adán. Nació en el pueblo de Sabaneta, el 28 de julio de 1954. Su madre era de buena cuna, su padre de ascendencia negra africana.

 

Su madre Elena representaba todo el amor. Era una mujer llena de fortaleza. Hugo sentía una infinita admiración por ella, que siendo ama de casa y con hijos que criar regresó al colegio y se graduó como docente.

Elena trabajó duro como profesora. Hugo recordaba la manera en que impartía sus clases y la devoción que sentía hacia su deber y sus alumnos. Y es que la madre de Chávez se dedicaba a la alfabetización de adultos.

Su madre le enseñó a enseñar a otros, como él mismo decía. A Chávez la docencia se le dio, pues su padre también era profesor pero de primaria. Eso sí, el señor Chávez era muy exigente. Un buen día, en su afán de aprender más, llevó a su casa la enciclopedia autodidacta Guillet y el pequeño Hugo se sumergió en cada uno de los cuatro tomos para conocer del mundo.

 

¿Qué te gustaría ser de grande?

Entre lo que se le quedó grabado estaba un curso para pintar. El ex presidente venezolano construyó su propio caballete con unas hojas de guayaba y ahí pasaba horas pintando. Así se formó su primer sueño: ser pintor.

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Primero quiso ser pintor y hasta se fabricó su caballete. Luego soñó con ser pelotero.

 

Chávez tomó la pintura con gran dedicación. Definitivamente su infancia estuvo llena de colores y fantasía.

 

Desde joven, Hugo Chávez, como buen venezolano, fue aficionado al beisbol. ¿Cómo olvidar cuando quiso ser pelotero? Su padre llevó a Sabaneta a un entrenador apodado Tin Tan López, cuyo sobrenombre provenía obviamente del conocido actor mexicano Germán Valdés Tin Tan. La idea era que entrenara al equipo del pueblo al que Chávez pertenecía.

Este hombre fue una gran influencia. Llegó a hospedarse al hogar de los Chávez, ahí le hizo un regalo al joven Hugo: un guante profesional de beisbol, un bat y pelotas.

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Quería ser como su ídolo, el jugador venezolano de beisbol el “Latigo” Chavez. Cuando decidió hacer carrera militar, fue a su tumba a pedirle perdón por abandonar su sueño de ser pelotero. (Foto: noticierodigital.com)

 

Chávez no se perdía ninguna transmisión en la radio de los partidos y le sobraba imaginación para recrear los juegos en su cabeza. Su ídolo era el jugador venezolano de los Gigantes de San Francisco, Isaías Látigo Chávez.

Hugo recordaba como una tragedia aquel domingo 16 de marzo de 1969 cuando radio Barinas anunció el terrible accidente aéreo en el que falleció su ídolo. El avión se cayó rumbo a Maracaibo:

 

“Todavía lo recuerdo y me dan ganas de llorar, el mundo se me desplomó junto con la avioneta.”

 

El sueño de ser como su ídolo lo impulsó en su vida. Incluso inventó una oración y todas las noches la repetía para darse fuerza y ser como el Látigo Chávez.

 

Se lo debe al beisbol

Pero llegada la hora, su padre le exigió una carrera universitaria, así que Chávez se decidió por la ingeniería. Buscaron ayuda en un pariente en la localidad de Mérida para que Hugo se inscribiera en la universidad. Había un inconveniente, en Mérida no había beisbol.

Hugo no se resignó y cuando un oficial del ejército llegó al liceo donde estudiaba la preparatoria y les contó que entre sus actividades se encontraba la práctica del beisbol, Hugo no dudó en enrolarse en la Academia Militar.

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Hugo Chávez antes de entrar a la Academia Militar en Caracas en 1971. Se hizo militar porque vio que ahí podía jugar beisbol.

 

Ingresó en el verano de 1971, sin embargo, más que concentrarse en los estudios, esperaba con ansia empezar su entrenamiento de beisbol con el resto de los cadetes. Sus entrenadores resultaron ser grandes figuras de ese deporte y fue así que Hugo sentía que su futuro estaba en las grandes ligas.

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Aquí en 1975. Prácticamente desde que ingresó admiró la filosofía bolivariana, misma que enarboló hasta su muerte, este 5 de marzo a las 4:25 de la tarde.

 

Con el paso del tiempo, Chávez descubrió que le gustaba la vida dentro de la milicia. Decía que le agradaba la biblioteca y la ciencia y que además se pasaba horas en el patio admirando la escultura de Simón Bolívar.

 

Se aficionó al pensamiento bolivariano. La frase del libertador “El que abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada y gana todo cuanto le consagra” quedó indeleble en su corazón y fue la base de su ideología. Entonces los bats y los estadios quedaron muy atrás.

 

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Aquí en 1982, antes de tomar su título como capitán. Nuca se imaginó que al final su decisión de hacerse soldado lo llevaría a la presidencia de su país.

 

Tenía un nuevo sueño: ser útil a su patria. Había encontrado una vocación.

Cuando recibió su primer permiso para salir de la Academia, Hugo caminó desde el valle hasta el cementerio General del Sur, ya que tenía una deuda pendiente. Fue a ver la tumba de su ídolo, el Látigo Chávez, para pedirle perdón por abandonar el camino de pelotero y convertirse en soldado.

Al salir del cementerio se sintió liberado de culpa y continúo con su carrera en la milicia y la política que lo llevaron a ocupar la silla presidencial de Venezuela desde el 2 de febrero de 1999.

10382__568x428_hugo-chavez-recuerdos-de-su-infancia-en-la-carcelEn su celda de la cárcel de San Francisco de Yare, después de participar en el golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez.

En su celda de la cárcel de San Francisco de Yare, después de participar en el golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Aquí en 1982, antes de tomar su título como capitán. Nuca se imaginó que al final su decisión de hacerse soldado lo llevaría a la presidencia de su país. Aquí en 1975. Prácticamente desde que ingresó admiró la filosofía bolivariana, misma que enarboló hasta su muerte, este 5 de marzo a las 4:25 de la tarde. Hugo Chávez antes de entrar a la Academia Militar en Caracas en 1971. Se hizo militar porque vio que ahí podía jugar beisbol. Hugo Chávez con su mamá, Elena Frías, y su papá, Hugo de los Reyes Chávez, cuando se graduó de teniente en la Academia Militar de Caracas el 5 de julio de 1975. Hugo de niño con su hermano Adán. Nació en el pueblo de Sabaneta, el 28 de julio de 1954. Su madre era de buena cuna, su padre de ascendencia negra africana. Primero quiso ser pintor y hasta se fabricó su caballete. Luego soñó con ser pelotero. Quería ser como su ídolo, el jugador venezolano de beisbol el "Latigo" Chavez. Cuando decidió hacer carrera militar, fue a su tumba a pedirle perdón por abandonar su sueño de ser pelotero. (Foto: noticierodigital.com)

Por Ana Sánchez-Díaz Monge

 



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